Bueeeeno, toca desempolvar los dedos y retomar un poco el blog...
a ver que sale!
Yo y mis
compañeros estamos en un punto de nuestras vidas en el que es hora de tomar una
serie de grandes decisiones para las que en la gran mayoría de los casos no
estamos preparados, se acaba el curso, se acaba el instituto, la mayoría
hacemos la selectividad y se abre ante nosotros el bello abismo que es la
vida.
En estos días
dirigiremos nuestras vidas, siguiendo unos u otros caminos. Por todas partes
veo compañeros que van a ver cumplidos sus sueños: ser médicos, ingenieros,
cocineros o músicos. Saben lo que quieren desde hace más o menos tiempo y se
han encargado de luchar por ello, dejando a un lado algo que es el gran
causante de la infelicidad en gran parte del mundo. Hablo de los prejuicios y
las expectativas de la sociedad.
Al igual que veo a
esos compañeros con un brillante futuro por delante, también veo amigos que
durante sus vidas se han ido topando con obstáculos que en este último año se
han ido convirtiendo en "paredes". Las paredes se manifiestan de
muchas formas, tu sueño no es el mismo que el de tus padres, tu sueño no te
aportará ingresos (esta es digna de mención y de crítica), tu sueño no lo
puedes cumplir cerquita de casa, etc.
Y ves como esos
sueños van disipándose, o se van ocultando hasta el punto de que ves como tus
compañeros aborrecen lo que hasta hace sólo unos días era su pasión, ves como
se engañan diciendo que eso no es lo que realmente querían hacer y que su nueva
elección (sorprendentemente apoyada por sus padres!) es mucho mejor. El aspecto
económico personalmente es algo que me enerva. Es de esas pocas cosas (junto
con el maltrato animal) que me dejan sin palabras... quiero decir... cómo puede
alguien dejar de hacer lo que le gusta, lo que le apasiona en la vida
sencillamente porque cuando (en 4 o 5 años!) se ponga a trabajar le dará poco
dinero!? Por usar un simil... nadie dejaría de echar partidos de fútbol con sus
amigos por el hecho de que no le diese dinero, no?
Lo que quiero
decir es que la gente está tan inmersa en la sociedad, tan inserta en 'Matrix',
que no es consciente de que en esta vida no tenemos unos objetivos sociales
predefinidos que cumplir. Cada persona debe ser libre de marcarse sus
objetivos, y seguir SU camino en la vida. Porque si alguien adopta unas metas
que no son las suyas deja de ser un individuo independiente y pasa a ser,
inevitablemente, uno más en la masa. Debemos elegir nuestras metas, nuestros
sueños; y habrán de ser únicas en el sentido no de que nadie más las tenga sino
en el sentido de que hayas sido tu el que las hayas deseado, dejando a un lado
lo que los demás crean conveniente hacer: no porque no debamos escucharles,
sino porque debemos creer en nosotros mismos.
He dicho. ^^